Martin Vidal Romero en 1890.
El patriarca y fundador de la saga es Martín Vidal Romero, nacido en Torrente en 1872, hijo de carpintero llamado Martín Vidal Alesa, a quien empieza a ayudar en su taller desde muy joven.Su inquietud y afición por las Bellas Artes le llevan a estudiar música con el ilustre compositor Salvador Giner Vidal, del que es sobrino y, en el momento, director del conservatorio de Música de Valencia, donde cursa estudios de violín y viola. Actúa en conciertos con la Orquesta Sinfónica de Valencia y en las temporadas de ópera en el teatro Principal de Valencia.
También estudia pintura con el catedrático de la Escuela de Bellas Artes de San Carlos, Carlos Giner Vidal, relacionándose con la juventud artística de la época con los que sale a pintar con frecuencia.Por una derivación casi natural y por cierta vena de bohemia, sus inquietudes artísticas le llevan a descubrir en la última década del siglo XIX la fotografía, por la que se interesa vivamente. En principio, como aficionado, concurre a concursos nacionales en lo que obtiene diversos premios con obras al bromóleo y carbón. Posteriormente, de manera profesional realizando tanto fotos de estudio como reportaje fotográfico.
Gracias a su habilidad manual y a sus conocimientos de carpintería, adquiridos en su juventud con su padre, construyó en la terraza de su vivienda una galería fotográfica con luz cenital. allí realizó la célebre fotografía de » El Pardalero», personaje popular de las calles valencianas, que ofrecía unos elementales pajarillos de arcilla y plumas, al tiempo que entonaba una cancioncilla, como reclamo para la chiquillería, que también aparecen en la imagen y son los hijos del autor de la fotografía.
Publicó sus primeras fotos en el » Diario de Valencia», referentes a una riada del Turia y tras este inicio se vincula a la fotografía de prensa en dicho periódico. Realizando colaboraciones con revistas de la época como «Nuevo Mundo», «Sol Y Sombras», «Palmas y pitos», «Blanco y Negro» y la revista valenciana «Letras y figuras».
Pesadas cámaras de campaña con trípode de madera, negativos de placa de cristal, líquidos reveladores y fijadores con mezcla de productos químicos realizados de forma artesanal en el propio laboratorio. Una ampliadora de proyección horizontal, adquirida de segunda mano en Barcelona a la que hizo unas modificaciones para ajustarla a sus necesidades, eran los elementos básicos y casi únicos con los que se desenvolvía nuestro Bisabuelo y los pocos pioneros de la fotografía valenciana a finales del XIX comienzos del XX.
Gracias a su inquietud, empeño, tesón, imaginación y casi diría que valentía, nos han legado para la posteridad imágenes espléndidas, reflejo y testimonio de una época. Su tiempo.
foto Martín Vidal Romero- archivo Luis Vidal Vidal